Si eres padre o madre y aun no sabes cuánto tiempo de pantalla es recomendado para tus adolescentes, este artículo es para ti. Es importante establecer pautas adecuadas para el tiempo de pantalla, considerando tanto su desarrollo como su bienestar general.

Desde Padres y Madres de Hoy siempre recomendamos la comunicación entre padres, madres e hijos/as, hablar con los menores y explicarles de manera empática y cercana, sin gritos ni enfados por qué es importante no pasar tanto tiempo frente a las pantallas, y es imprescindible tener la certeza que lo han entendido.

La tecnología es una herramienta que llegó para quedarse, pero deben conocerse todos sus riesgos, entre los que se incluye la adicción.

Si esto te suena, es momento de poner limites al uso de pantallas:

Emma tiene 15 años, llega a casa arrastrando los pies tras un día de instituto. No ha cruzado aún la puerta del salón cuando ya tiene los auriculares puestos y el móvil en la mano. TikTok, WhatsApp, Youtube… todo a la vez. Come frente a su tablet, casi sin hablar, respondiendo con monosílabos si sus padres intentan decirle algo.

Después de comer, se encierra en su habitación “para hacer deberes”, pero en realidad está viendo vídeos de maquillaje, memes o enviando WhatsApps entre sus amistades. La tarde se hace corta se hacen las 21:00 y Emma aún no ha hecho deberes, ni ha estudiado, ni ha hecho nada de lo que tenía que hacer en una tarde entre semana.

Además, si alguien la interrumpe, se enfada o responde con malas formas, dice que está “desconectando” y que necesita su espacio.

A la mañana siguiente, vuelve al instituto cansada, irritable, y con la sensación de que siempre va tarde a todo… menos a lo que pasa online.

Empiezan a llegar retrasos en las clases, suspensos y notificaciones de los profesores sobre la actitud de Emma.

Sus padres han intentado negociar límites, crear normas, incluso proponerle actividades juntos… pero cualquier intento de desconexión se convierte en una batalla emocional.

Les duele verla tan distante, tan enganchada, tan ausente y no atendiendo a lo importante en su edad, sus estudios, su salud mental y física y la relación real con sus amigos.

Si esto te suena, deberías buscar ayuda profesional, aún estás a tiempo de evitar que tu hijo/a tenga una adicción a la tecnología.

Es aquí donde insistimos en la importancia de la comunicación y de buscar esos momentos para hablar, distendidamente, con nuestros hijos.

Padres y Madres de Hoy

La importancia del ejemplo

Es el momento de hablar de ejemplos, ¿qué crees que ocurre si tu, padre o madre, pasas mucho tiempo frente al móvil? Este vídeo lo demuestra claramente.

Los tiempos de pantalla son importantes para todos, niños, adolescentes, adultos y mayores. En cualquier momento de nuestra vida podemos crear adicciones, es posible que conozcas a alguien mayor que pasa horas en el móvil, ta distante y distraída como la historia de Emma.

Tiempo de pantalla recomendado para adolescentes

Desde Padres y Madres de Hoy nos hemos puesto manos a la obra y hemos buscado respuestas en profesionales como la Asociación Española de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría, cada una de estas asociaciones nos proponen distintas pautas para garantizar un equilibrio saludable entre el uso de tecnología y otras actividades esenciales.

Sugerencias según la Asociación Española de Pediatría

La Asociación Española de Pediatría (AEP) establece recomendaciones específicas para ayudar a gestionar el tiempo de pantalla entre los adolescentes. Estas directrices buscan proteger el bienestar físico y emocional de los jóvenes, promoviendo un uso responsable y equilibrado de las tecnologías.

Guías de la Academia Americana de Pediatría

Por otro lado, la Academia Americana de Pediatría (AAP) proporciona guías que también orientan sobre el tiempo de pantalla para adolescentes. Similar a la AEP, resalta la importancia de establecer límites razonables en el uso de dispositivos electrónicos, sugiriendo un máximo de 1.5 horas diarias para jóvenes de 12 a 15 años y de hasta 2 horas para aquellos de 16 años o más.

Diferencias entre adolescentes de 12 a 15 años y mayores de 16 años

Las diferencias de edad juegan un papel fundamental en la regulación del tiempo de pantalla. Los adolescentes de 12 a 15 años aún están en una etapa de desarrollo donde la supervisión y los límites son particularmente necesarios. Por el contrario, los mayores de 16 años poseen un mayor grado de autonomía y son responsables de gestionar su propio tiempo frente a las pantallas, aún así, como padre o madre es importante que estés alerta ante el uso excesivo de pantallas.

Control parental para regular el uso

El control parental se convierte en una herramienta eficaz para regular el uso de dispositivos en adolescentes más jóvenes, esto permite a los padres supervisar y limitar el acceso a contenidos inadecuados. Además, puede facilitar una discusión abierta sobre los riesgos asociados con el uso excesivo de tecnología, como puede ser el ciberacoso debido a la exposición de nuestra vida en la red.

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Redes sociales y su impacto según la edad

El uso de redes sociales presenta diferentes riesgos dependiendo de la edad de los adolescentes. Los jóvenes de 12 a 15 años pueden ser más susceptibles a la presión social y a la ansiedad generada por la interacción online. En contraste, los adolescentes mayores tienen más herramientas para gestionar su presencia digital y los desafíos que conlleva, sin embargo no les exime de los riesgos actuales de Internet, sumado a esto tenemos la inteligencia artificial que no ayuda a mejorar la sensación de saber si lo que vemos es verdadero o falso (Fake News).

Efectos del uso excesivo de pantallas en adolescentes

El uso prolongado de dispositivos electrónicos puede tener efectos significativos en la salud de los adolescentes. Las consecuencias varían desde problemas físicos hasta efectos en la salud mental, afectando su bienestar integral.

Consecuencias para la salud física

El impacto físico por el tiempo excesivo en pantallas es un área preocupante. Entre los problemas más comunes se encuentran:

  • Problemas de visión y luz azul: la exposición constante a la luz azul generada por las pantallas puede provocar fatiga visual y, en muchos casos, contribuir al desarrollo de la miopía. Los adolescentes a menudo pasan horas viendo pantallas, lo que restringe su capacidad de ver a largas distancias.
  • Impacto en el sueño y alteraciones: el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir puede interferir con la calidad del sueño. La luz azul afecta la producción de melatonina, la hormona del sueño, lo que puede provocar insomnio y alteraciones en los patrones de sueño.
  • Falta de actividad física y problemas asociados: el sedentarismo incrementado por el tiempo en pantallas suele llevar a un estilo de vida poco activo. Esto se traduce en riesgos como la obesidad y problemas cardiovasculares, entre otros.

Consecuencias para la salud mental

Los efectos psicológicos del uso excesivo de pantallas son igualmente preocupantes. Se ha observado que este comportamiento puede influir en el estado emocional de los jóvenes.

  • Signos de ansiedad y presión social: la interacción constante en redes sociales puede generar sentimientos de ansiedad. Los adolescentes a menudo sienten presión por mantener una imagen idealizada, lo cual puede llevar a problemas de autoestima.
  • Trastorno por déficit de atención y otras afecciones: el consumo excesivo de tecnología también se ha relacionado con el aumento de síntomas del trastorno por déficit de atención. La falta de atención y concentración puede ser consecuencia de las distracciones constantes provocadas por las pantallas.

Estrategias para establecer límites saludables

Existen diversos enfoques que padres y cuidadores pueden adoptar para fomentar un uso equilibrado de las pantallas en adolescentes. Estas estrategias son clave para ayudarles a manejar su tiempo frente a dispositivos electrónicos de manera eficaz.

Recomendaciones para los padres y madres de hoy.

Es esencial que padres y madres establezcan un marco que guíe el uso de tiempo de pantalla. Esto no solo asegura el bienestar del adolescente, sino que también promueve hábitos saludables.

Establecer límites claros y negociados

El diálogo abierto sobre las expectativas y normas en torno al tiempo de pantalla puede ser muy beneficioso. Se recomienda crear reglas que sean comprensibles y aceptadas por ambos lados. Al involucrar a los adolescentes en la creación de estas pautas, es más probable que se sientan responsables y respeten los límites. Por ejemplo, decir a los adolescentes: ¿cuánto tiempo crees que es el adecuado para que utilices el móvil o la tablet? Nosotros ya sabemos la respuesta y vosotros también, pero aún así pedidles que sean responsables y digan el tiempo que ellos creen adecuado para que también puedan cumplir con sus deberes del colegio y del hogar.

Uso de aplicaciones de control parental

Las herramientas tecnológicas pueden ofrecer opciones efectivas para supervisar el tiempo de pantalla. Las aplicaciones de control parental permiten gestionar el uso que los adolescentes hacen de sus dispositivos, asegurando que el contenido al que acceden sea apropiado y dentro de los límites establecidos. Este tipo de software puede proporcionar informes sobre el tiempo que se pasa en diversas aplicaciones, favoreciendo un enfoque más consciente del uso de tecnología.

Creación de hábitos saludables

Fomentar hábitos que promuevan un equilibrio con el tiempo de pantalla es fundamental. Se pueden introducir actividades que desafíen a los adolescentes a alejarse de los dispositivos electrónicos.

Fomento de actividades al aire libre

La actividad física es imprescindible para el desarrollo saludable de los adolescentes. Incentivar la práctica de deportes o actividades al aire libre no solo contribuye a su salud, sino que también proporciona un entorno de socialización lejos de las pantallas. Programar salidas al aire libre puede ser una forma excelente de reducir el tiempo frente a dispositivos.

Tiempo en familia sin dispositivos

Crear espacios de calidad en familia sin tecnología puede fomentar la conexión entre sus miembros. Planificar noches de juegos de mesa, cenas o excursiones proporciona oportunidades para interactuar, desarrollar habilidades sociales y reforzar los vínculos familiares, alejando así la atención de las pantallas. Esta es la opción que mas recomendamos, ademas de reforzar vínculos, se crean momentos de intimidad y sinceridad entre los miembros de la familia.

Una sugerencia: evita estas reuniones si algún miembro de la familia ha tenido un mal día, esto puede llevar a que no fluya la conversación y generar el efecto contrario.

Rol de los educadores en la gestión del tiempo de pantalla

Los educadores desempeñan una función fundamental para ayudar a los jóvenes a establecer hábitos saludables sobre el tiempo que dedican a las pantallas. Su influencia en el entorno escolar puede fomentar el uso responsable de la tecnología entre los adolescentes.

Educación digital en el aula

Integrar la educación digital en el currículo escolar es esencial para que los estudiantes comprendan mejor las implicaciones del uso de tecnología en sus vidas. Esta enseñanza debe abordar diversas temáticas que sensibilicen a los adolescentes sobre el uso apropiado de dispositivos electrónicos.

Incorporación de la salud digital en el currículo

  • La inclusión de clases sobre salud digital puede proporcionar a los alumnos herramientas para entender el impacto de las redes sociales y el uso excesivo de pantallas.
  • Los temas pueden abarcar la privacidad en línea, el ciberacoso y las estrategias para mantener el bienestar emocional mientras se navega por el mundo digital.
  • Instruir a los estudiantes en el equilibrio entre la vida virtual y las interacciones presenciales es fundamental en la formación de ciudadanos responsables y críticos.

Fomentar actividades grupales libres de tecnología

Proponer actividades en grupo que no involucren pantallas es crucial para desarrollar habilidades sociales y fomentar la creatividad. Esto puede incluir juegos al aire libre, talleres artísticos y debates sobre temas actuales.

  • Organizar jornadas deportivas puede incentivar la actividad física y promover el trabajo en equipo.
  • Crear espacios para que los adolescentes compartan sus intereses de manera offline, como clubes de lectura o de ciencia, facilita la socialización.
  • Fomentar excursiones educativas en entornos naturales ayuda a los estudiantes a desconectarse de la tecnología y a disfrutar de su entorno.

Redacción: CMC

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Imagen de portada: Canva Pro

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